La catarata es el oscurecimiento total o parcial del lente del ojo. El lente se encuentra detrás de la pupila y debe proporcionar una imagen nítida. Si el lente se oscurece se merma la entrada de luz al ojo. El oscurecimiento del lente se debe en la mayoría de los casos a un proceso de envejecimiento natural.
La palabra griega “katarrháktēs” significa cascada. En el pasado se creía que el color gris blanquecino de la pupila era un líquido derramado.
La causa más frecuente (por encima del 90%) de una catarata es la denominada catarata adquirida (Katarakta senilis) que surge sin una causa especial.
Esta enfermedad se produce en las personas mayores de 60 años y avanza con la edad. Un empeoramiento de la vista se produce a menudo sólo en una fase posterior.
Otras causas pueden ser lesiones en los ojos, irradiaciones, medicamentos (p. ej. cortisona), inflamaciones crónicas en los ojos, enfermedades multisistémicas (p. ej. diabetes). Muy raras veces se trata de una catarata congénita provocada p. ej. por una infección durante el desarrollo del embrión.
Al comienzo aparece un diafragma gris y se empeora la vista de contrastes. Los pacientes se quejan frecuentemente de un empeoramiento de la vista (vista ofuscada o borrosa), sensibilidad al deslumbramiento, imágenes dobles, percepción modificada. Los primeros síntomas son un aumento de la sensibilidad a la luz. La vista en el crepúsculo es en la mayoría de los casos mejor que en la claridad, porque la luz fuerte rompe de forma esparcida en el lente oscurecido y genera un deslumbramiento. A menudo se produce también una miopía. Esto conlleva a que la persona con presbiopía pueda leer de repente sin gafas.
En el transcurso del tiempo el diafragma se pone cada vez más denso y puede conllevar a que el ojo sólo pueda diferenciar entre claro y oscuro.
El lugar y la intensidad del oscurecimiento no son iguales en cada paciente. Si el oscurecimiento no se encuentra en el centro del lente, el paciente probablemente no perciba mucho de esto. Los estorbos se producen frecuentemente muy tarde.
Una operación es la única posibilidad de eliminar la catarata. En la operación se saca el lente oscurecido que se sustituye por un lente intraocular (lente artificial). La catarata es la enfermedad de los ojos más frecuente que se trata con una operación. La operación de la catarata es una de las operaciones más frecuentes en la medicina (sólo en Alemania se realizan unas 500.000 operaciones por año). La operación de la catarata se ejecuta a menudo bajo anestesia local (mediante aplicación de gotas o gel). La intervención quirúrgica dura a menudo menos de 30 minutos y es un procedimiento rutinario sin dolor con una cuota de complicaciones muy baja y pocos dolores para el paciente. La cuota de éxito se encuentra por encima del 95%.
La operación comienza en la mayoría de los casos con la anestesia local que se realiza por goteo o inyectando un fármaco al lado del ojo. De esta forma se elimina la sensibilidad dolorosa del globo ocular y su entorno. La operación de la catarata es una intervención microquirúrgica y se ejecuta bajo el microscopio quirúrgico.
Primero se abre la córnea con una incisión de 2 a 6 mm (no se necesita más tarde una costura). Generalmente después se destruye el núcleo del lente por facoemulsificación, es decir el lente oscurecido se desmenuza y aspira por ultrasonido. Después se implanta un lente intraocular en el saco capsular (envoltura del lente) en el lugar del lente sacado. La capacidad refractaria del lente intraocular se calcula exactamente antes de la operación, de forma que el paciente pueda ver después de la operación mejor en la cercanía o bien en la lejanía. Después de la operación el paciente recupera generalmente su pleno poder visual. La operación de la catarata transcurre en más del 95% sin complicaciones.
Los lentes intraoculares (lentes artificiales) se fabrican de plástico. La parte óptica tiene un diámetro de unos 6 mm.
En el borde se encuentran las hápticas (lazos elásticos) que garantizan una fijación óptima del lente artificial en el saco capsular.
Existen diferentes materias primas a partir de las cuales se pueden fabricar los lentes intraoculares y existen diferentes tipos de lentes intraoculares que se pueden implantar como conjunto (p. ej. PMMA IOLs) o plegados (Acryl IOLs).
Casi todos los pacientes con catarata pueden usar hoy un lente intraocular que toleran perfectamente. Sólo en muy raros casos el lente artificial no se tolera o causa complicaciones.
Una operación debería ejecutarse cuando la pérdida de la vista sea tan grande que impida la ejecución de los trabajos cotidianos. No es correcto que la catarata debe haber “madurado”. Vd. debe decidir si todavía puede realizar sin dificultades sus labores cotidianas (trabajo, conducción del coche, toma de medicamentos, las compras, etc.). Después de un examen minucioso su oculista decidirá junto con Vd. cuándo es el momento apropiado para una operación. El resultado total de la operación depende también si además de la catarata existen otras enfermedades oculares u otras enfermedades que pudieran mermar el éxito total.
Primero su médico de cabecera examinará su estado de salud general para que pueda prescribir si fuera necesario un control especial durante la operación. Su oculista examinará minuciosamente sus ojos y mide la capacidad refractaria óptima (biometría) para su lente artificial.
El ojo operado se cubre al final de la operación con un vendaje de pomada. Cumpla los exámenes médicos de control y tome los medicamentos para los ojos recetados conforme a lo prescrito.
• No se acueste sobre el lado del ojo recién operado.
• No apriete ni frote el ojo recién operado.
• No vaya a nadar ni a la sauna.
• Evite agua o jabón directamente en el ojo.
• No trabaje muy fuerte.
• Evite leer mucho tiempo.
• No se exponga al sol intenso. Use gafas de sol para protegerse contra el sol y la corriente de aire.
Vd. puede conducir de nuevo el coche después de haber pasado un examen de la vista y su oculista se lo permita.
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